¿Cómo afecta el clima en la productividad y en los precios del aceite de oliva? Pasado el puente de la Inmaculada, fecha predilecta, casi tradición,  para la gran mayoría de olivicultores, no solo los de aceites tempranos de inicio de la recolección de aceituna, y por ende, momento en el que casi todo el sector estará de acuerdo en que el fruto ha generado prácticamente la totalidad del aceite que será capaz de producir durante la campaña, es un buen momento para analizar el escenario planteado durante la misma respecto al contenido graso del fruto.

Cómo incide al clima en la productividad y en los precios del aceite de oliva.

La lipogénesis

La lipogénesis (formación de aceite) comienza al finalizar el endurecimiento del hueso. El estrés hídrico durante esta etapa de biosíntesis de aceite provoca una reducción de la capacidad de formación de este en la aceituna (Lavee, 1991), siendo el otoño uno de los periodos más sensible al estrés hídrico por la gran producción de aceite en fruto que tiene lugar durante el mismo.

Si bien es cierto que durante la segunda quincena de octubre tuvo lugar un periodo de abundantes precipitaciones, el periodo de sequía previo a éstas, sumado a dos campañas previas con una precipitación acumulada de hasta un 47 % inferior a la media de las últimos 25 años (CHG) y a la bajada de temperatura sufrida durante el segundo periodo del mes, afectando directamente a la capacidad fotosintética del árbol y por tanto a la normal acumulación de aceite en este periodo, ha podido generar que nos veamos inmersos en una campaña con rendimientos de hasta 3 puntos por debajo de la media de las últimas siete. (CSR laboratorio).

De manera que, podemos encontrarnos con esta merma de producción que implican esos 3 puntos porcentuales, sumado a la sensación generalizada del agricultor -parece que acertada- de que las previsiones productivas llevadas a cabo por parte de las administraciones públicas estarán por debajo de lo esperado; y teniendo en cuenta que estas se hicieron para un rendimiento previsto del 21%, cuando la realidad es que el rendimiento promedio en la actualidad ronda el 18% y no parece probable que vaya a mejorar dadas las fechas en las que nos encontramos, en las que históricamente se produce una estabilización en la generación de aceite en fruto, indicativo de que ésta está prácticamente próxima a su fin.

Causa y efecto, oferta y demanda

Por todo ello, presumiblemente nos enfrentamos a una coyuntura gobernada por dos famosas y contundentes leyes, la primera de ellas la 3ª Ley de Newton (Acción-Reacción) o ley de causa y efecto, la segunda, otra rotunda ley como es la de la Oferta y Demanda en la que una importante reducción de la cantidad de aceite producida (Causa/Contracción de la oferta) nos conduciría inevitablemente a una subida de precios (Efecto).
Lo cual, aunque aparentemente pueda parecer positivo para algunos, teniendo en cuenta la idiosincrasia actual del sector, puede que no lo vaya a ser tanto a nivel general, si bien esta circunstancia no es objeto de análisis de esta edición, puede resultar de interés completarlo en posteriores ediciones.

Un artículo de Isidoro Tur Gutiérrez

  • Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Córdoba.
  • Master de Olivicultura y de Elaiotecnia por la Universidad de Córdoba.
  • Colabora en los proyectos de Ingeniería, asesoramiento en campo y elaboración de aceites de oliva vírgenes de alta calidad y control de producción.